Las Kermeses de antaño del Club Huracán

Kermese, es un vocablo que prácticamente ha caído en desuso. Unos la relacionan con Kirmesse de origen alemán. , otros del Francés kermesse, que significa fiesta pública al aire libre con música o fiesta de la Iglesia. En España "fiesta al aire libre, en sitio acotado, y generalmente de carácter benéfico".En nuestro país tuvo amplia difusión, en especial para calificar a los bailes populares realizados al aire libre,en épocas, en que los espacios cerrados eran escasos y Chillar no era la excepción.
Por otra parte las Kermeses tenían una particularidad que con el correr de los años se fue diluyendo hasta desaparecer,eran bailes populares divididos en dos actos.El primero con iniciación en pleno día ,habitualmente a la hora 18 que se extendía hasta las 21 o 22 horas,al cual concurría toda la familia,sin exclusiones ni diferenciaciones de edad ni condición social .
En cambio en el segundo acto por la noche,la concurrencia era mas selecta,reservada a los mayores sin la presencia de menores o niños.La orquesta era la misma ,que en ambas sesiones se presentaba en sus dos versiones Típica y Característica, la primera con instrumentos típicos para la ejecución del Tango y la Milonga y la segunda con adición del instrumento que era su sello distintivo: el acordeón, más los intrumentos de viento, clarinete, trompeta y de percusión, un tambor con los platillos,etc, abordaban los compases característicos de: rancheras, pasodobles,corridos,fox trots,valses etc.
El Club Huracán,por entonces, tenía una infraestructura modesta,una casa de 
(Foto El Club Huracan en la Actualidad)familia,convertida en sede, un buffet al frente y algunas mesas para que algunos parroquianos despunten el vicio con las partidas de Mus o Truco,una cancha de bochas en el patio,un amplio terreno alambrado todavía vació, pasarían años para que llegue la cancha de pelota y el embaldosamiento total del patio que luego se aprovecharía para los bailes al aire libre y muchos mas para que viera la luz el amplio y moderno salón.
Vale rememorar el entorno,pegado al Club,el amplio negocio de Ramos generales de Elías Ganim, cuyo patio estaba atiborrado de estibas de postes y varillas de alambrado,fardos de alfalfa, de leña y donde una sierra sin fin,accionada por un motor de un cilindro y una larga correa trabajaba sin parar para cortar los troncos de eucalipto,mientras, otros hacha en mano lo convertían en astillas ,entre el continuo ingreso y egreso de chatas rusas o villalongas .
Doblando por Mitre hacia 9 de Julio,una única vivienda,la de Guevara,el alma del Club,a su cargo estaba el administrar el uso de la Cancha de Bochas y mas tarde la de Pelota,siempre presto a mediar con sus alambres extensibles para dirimir diferencias sobre cual bocha estaba mas cerca del bochin,ocuparse del tanteador en los partidos de Pelota a paleta,y/o satisfacer algún pedido de la Cantina,etc.
Entre el Club y su vivienda había un o baldío, al cual cuando creíamos que nadie vigilaba,accediamos para buscar pelotas que habían traspasado el tejido, cuándo luego de mucho trajinar conseguíamos el objetivo,detrás del cerco de ligustrina,la voz estentórea de Guevara,nos paralizaba ¡Chee,eso es del Club,traiganla,para aca!.
Mala suerte otra vez sera.Por la vereda de enfrente a mitad de cuadra la Casona de Maggi el “funebrero”,la familia Bernardi,con su palmera de dátiles(cocos) objetivo de los chicos a la hora de la siesta y en la esquina,lo que se había iniciado como Estación de Servicio,era un taller mecánico, se hacia chapa y pintura ,era el único lugar que contaba con la rampa para lavar autos y el elevador hidráulico de autos para su engrase,ademas,sobre Cortazar un local de venta de repuestos y surtidor.
Enfrente el almacén de Capuccio,le seguía la Herrería y Carpintería de los Fernández, ahí al regreso de la escuela, solíamos quedarnos para ver como el fuelle avivaba la fragua, como el hierro al rojo vivo era moldeado sobre el yunque,como se cortaba la madera para hacer los rayos de las ruedas de los carros,como se herraban los caballos o los mas misterioso,para nosotros, cómo en el patio se calentaban las llantas de hierro para luego insertarlos en la rueda de madera.Y un poco mas allá otro misterio,un terreno enmarañado y selvático, con una casa casi invisible en su interior, allí vivía la “Pastora” ,mujer solitaria y enigmática, para los chicos un mito casi al mismo nivel que el Hombre de la Bolsa,con que nuestros mayores nos aleccionaban,por eso cuando solíamos espiar para ver si conseguíamos verle la cara,sus pocas palabras(mas bien gritos) hacían que nos espantaramos.
Enfrente calle por medio del negocio de Ramos Generales,estaba la Gomería de Angulo,contaba con surtidor de nafta,alli entre golpes de maza uno podía ver el desarme de una rueda de camión que se ubicaba sobre la calle en su frente y al lado,enfrentado con el Club,sobre la esquina,un extenso terreno baldío, que se extendía hasta mitad de cuadra sobre Mitre, servía para los picados de fútbol diarios que ocupaban buena parte del día de chicos y grandes.
En verano era menor la actividad y el terreno se cubría de cardos,abrojos,cicuta y malvas rubias y ese era el lugar elegido para realizar la kermese.Dos días antes,uno o dos voluntarios con la guadaña se encargaban de dezmalezar,un simple rastrillado y ya estaba.Contra la medianera de Angulo,se colocaban unos tablones de albañil sobre tambores y la orquesta ya tenia su escenario.
Tres o cuatro postes desperdigados ,que además de servir de sostén para los parlantes que amplificaban la voz del cantor y/o locutor de la orquesta,enlazaban un precario tendido eléctrico del cual pendían una docena de lámparas incandescentes,suficientes para la media luz del baile noctuno.Sobre un costado un tablón sobre dos tambores hacia de mostrador y mesa para quienes desearan alguna bebida que era refrescada con barras de hielo.
La Gran Kermese anunciada con anticipación estaba a punto de tener lugar, sería amenizada por la Orquesta de los “Hermanos Rossi” de Olavarria,una orquesta clásica en toda la zona por entonces.El domingo vamos a la “kermés”,era la consigna mas escuchaba durante la semana y como nadie quería quedar sin bailar,las practicas de baile ,sobre todo del tango,eran moneda corriente,para ello se usaban las vitrolas a cuerda y los discos de pasta de 78,Canaro y D’Arienzo ponían el compás,miestras que para los otros ritmos estaba Brunelli el “mago de acordeón”.El domingo después de las cinco de la tarde comenzaba el desfile de hombres y mujeres,chicos y grandes,familias enteras,muchos venidos del campo,parejas de novios “comprometidas” y otras en vías de serlo,se encaminaban hacia el “baldío”,todo con sus mejores galas,traje cruzado y sombrero los hombres,los menores de quince luciendo traje pero con los “cortos”,trajecito entallado las damas,las única concesión de ellas, que no podían prescindir de las medias,era el uso de sandalias,pues el terreno no permitía el uso de tacos altos.
Que al final del baile las medias quedaran inutilizadas nos da un idea de los que era la pista de baile.Ordenadamente se iban situando conformando un semicírculo con vista al escenario,dejando en su interior el espacio para la pista de baile.La orquesta comenzaba puntualmente,con los ritmos caracteristicos,dejando el tango y la milonga para luego del intervalo.
El cabeceo era la seña de invitación a bailar,las chicas tenían que estar atentas,pues la señal varonil ,por miedo al “planchazo” solía ser casi imperceptible,en otros casos,por no ser de su agrado,las chicas hacían como que miraban para otro lado,aunque a veces no había mas remedio que salir a bailar ,así al dia siguiente se podía escuchar algún comentario,”¡Hummn,no sabes,tuve que salir a bailar con el “negro” NN,¿sabes lo que fue eso para mi?!”. 
Y para el “negro”,tambien que se había dado cuenta de la incomodidad.Acaso ¿he olvidado mencionar sillas ,mesas u otras comodidades?Nada de eso existia, todos de pie, unos bailando, otros haciendo rueda y los chicos jugando.
Para las 21,la orquesta se llamaba a silencio,los músicos se retiraban para descansar y cenar y para prepararse para la kermese nocturna,mientras los asistentes regresaban a sus casas.Por la noche el recambio,otro publico se hacia presente,todos mayores, la vestimenta y la presentación lucen mas atildados,el traje muestra el pañuelito asomando del bolsillo superior,la flor en el ojal, la vistosa corbata que se perdía en el chaleco,los gemelos etc., complementan, sin el sombrero,éste da lugar al peinado a la cachetada con la gomina Brancato o la Glostora.El sombrero pasa a ser lucido por las damas,complementado por un tenue velo que cubría sus ojos dándole el toque de misterio oriental propio de esa época.
La noche serena hacia audible la música en todo el ámbito de la localidad hasta que sobre el filo de la madrugada del siguiente dia,la kermese que había alegrado el ambiente pueblerino llegaba a su fin ,promoviendo la iniciación de nuevos romances,los noviazgos y posteriormente la formalización mediante el “compromiso” matrimonial.
Este recordatorio esta basado en el testimonio de mis dos hermanas,que apenas habían dejado atrás la adolescencia asistieron a la ultima kermese realizada en el baldio,una con su novio(luego su esposo) eximio bailarín y la otra que encontraria allí su compañero de toda la vida.

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