El Funebrero II

El Funebrero II

Fallecido el anterior funebrero,como no podía ser de otra manera, una nueva empresa fúnebre tomaría la posta.Don Miguel seria la cara visible, pues era él , quién ,tendría a su cargo el furgón automotor,para el viaje final de los mortales.De color oscuro,desechado el negro qué, junto con el carruaje,pronto ambos quedarían en el olvido.
Don Miguel, era primariamente electricista,(Ademas era el Operador del Cine,encargado de la proyeccion de Peliculas) tenía a su cargo la atención de la red de calle y los reclamos de los usuarios, así ,era común verlo caminar a paso rápido escalera al hombro para atender algún reclamo o empujar,esforzadamente, la pesada escalera rodante ,a veces con la ayuda de uno de su hijos, para cambiar una lámpara del alumbrado publico, no muy abundante en aquellos años, en alguna intersección callejera.
Cuando se producía algún deceso, dejaba su tarea,se vestía acorde a las circunstancias e iba a prestar el servicio.
El Furgón encabezaba el cortejo,seguido por automóviles con los deudos y allegados,en dirección a la Iglesia,a su paso los negocios bajaban las persianas,el transito y los transeúntes se detenían, en señal de respeto,mientras, las campanas de la Iglesia, tañían a duelo.
Finalizada la misa o responso,partia hacia la morada final,en lo que se denominó después el Cementerio Viejo(En contraposición al actual).En algunas oportunidades, no era fácil anoticiarse del fallecimiento de alguna persona;pero, al ver el movimiento del Furgón, muchos lo intuían y recurrían a la fuente, en este caso: Don Miguel ,.¿”Quien murió Dn Miguel”? y el daba el Nombre;pero, en una oportunidad, la respuesta dejo descolocado a quien efectuó la pregunta ¿“Quien murió Dn Miguel ”? y, él ,sonriendo, respondió: “Squartini”,ese era su apellido.¿Qué había sucedido?,que Don Miguel, había puesto algunas sillas en el furgón, cargó a su familia y se fue a visitar a unos parientes.Desde ese momento,la salida del furgón no siempre era sinónimo de muerte.
Al cabo de un tiempo Dn Miguel se encontraría el mismo con la muerte en persona, ése día subido como de costumbre a su escalera,mientras hacia algunos arreglos de cables,la electricidad siempre traicionera,se tomo revancha enviándole una descarga que terminaría con su vida, como electricista murió en su ley.-

Don Carlos y un Menu Conflictivo

Don Carlos(x) francés de origen,habia llegado muy joven a nuestro país a comienzos del siglo XX,viajando como grumete de un buque de carga de propulsión mixta(vapor y velas ),recalando en la zona portuaria de Buenos Aires .
Su experiencia  marinera en las maniobras de  izado y arriado de velas y  el trepado a los mastiles de un velero lo habilitaron para formar parte de la Dotación de la Fragata “Sarmiento”,no por mucho tiempo dado su carácter irascible e indomable,incompatible con el Orden y Disciplina imperante a bordo de un buque de guerra.
Guardó en su memoria nítidas imágenes de sus vivencia de ese breve periodo que mas tarde,ya anciano,supo despertar nuestro interés de niños relatándonos sus anécdotas marineras.
 Deambuló por distintos lugares de la provincia desempeñando toda clases de oficios en los ámbitos urbano y rural hasta recalar en Chillar.A su paso por Azul , se relacionó con una india,formando una familia con hijos.
No pasaría mucho tiempo antes que la india se marchara por insalvables problemas  de convivencia, quedando Don Carlos a cargo de su hijo,quién al llegar a la adolescencia tomaría el mismo camino de su madre dejando a Don Carlos solitario en su ranchito de Cortazar y Sarmiento,

dedicado a su quintita en la que basaba su sustento mientras los años transcurrían y paulatinamente su loguilineo cuerpo se iba encorvando,sin que por ello menguara su condición de viejo cascarrabias.
No obstante Don Carlos merecía la consideración de los vecinos,el intercambio de visitas era frecuente y lo mas importante era la contribución generosa de los vecinos cercanos  para hacerle llegar a Don Carlos algún plato de comida,especialmente los fines de semana, no he sido ajeno a ello,pues mi madre me hacia llevar casi todos los domingos un plato de tallarines o ñoquis caseros amasados por ella ,acompañados por presas de pollo caseros(que Don Carlos solia retribuir con frutos de su huerta) y ese era el único momento en que Don Carlos me recibía sin gruñir,ya que era poco afecto a los niños del barrio,quiza por que le dábamos motivo para ello,como su predio estaba rodeado por un cerco compacto de  ligustrina,para nosotros lo que ocurria detrás era algo misterioso y mas de una vez nos habia pescado espiando,momento que descargaba toda su irascibilidad hacia nosotros.
En sus ultimos años se fue acrecentando el Misterio ,Don Carlos se fué retrayendo sobre si mismo,espaciándo los contactos con el mundo exterior,periodo que  paso a compartir su vivienda con un español , solitario como él,que pasó a ocupar una de las habitaciones del rancho,que le aportaban a Don Carlos una minima e indispensable renta en metalico.
El español camino a la ancianidad  preveia el destino inexorable de la vida y eso lo llevó organizar  su viaje final,no dejando nada librado al azar, de manera que en su habitación junto al reducido mobiliario,ocupaba un lugar preferencial  y destacado,y hasta podia decirse como el elemento mas lujoso:un flamante y reluciente Ataúd de nogal,lo cual como es de imaginar incentivaba  las habladurías pueblerinas.
Don Carlos,entre otras actividades ,se habia desempeñado como cocinero en el  campo, habilidad que le seria requerida por el vecindario en ocasión de alguna fiesta familiar,un bautismo ,un casamiento o un cumpleaños ,cuando habia necesidad de algun corderito o costillar ,alli estaba él a sus anchas,pues le permitia prestar un servicio y regresar casa con el buche lleno y alguna provision adicional.
Y fué la comida la que puso término a la relación filial,su hijo trabajaba en la Panaderia de Marmoget(calle por medio) y un mediodia como tantos otros se encontró como era habitual con el plato de comida preparada por su padre,ese dia no estaba de buen humor , no pudo más y soltó el  ¡¡Todos los dias Guiso!!, provocando la instantanea reacción cascarrábica de Don Carlos,que pasando de las palabras  a los hechos ¡¡Yo te voy  a dar a vos, mocoso de porquería,todos los dias Guiso!!  ahí nomas le puso la olla de sombrero con el  guiso restante.Y ese seria la ultimo dia de convivencia entre ambos.

(x) Carlos Diudat