Las Hermanas Misioneras Catequistas de Cristo Rey


Por gestión del entonces párroco Pbro. José Carballo , apenas 4 años después de la inauguración de la Iglesia y de la iniciación de las actividades parroquiales , se radicaron en la localidad , vista la  necesidad de  dar respuesta a  la  demanda que presenta la feligresía debido al crecimiento poblacional en los aspectos religiosos, educativos y atención de niñas en situación de desamparo, ocupando el ala opuesta a la Casa Parroquial.
No pasaría mucho tiempo en que se constituiría  el Hogar de Niñas ,"Hogar Cristo Rey" que tendrían bajo su dirección, siguiendo los lineamientos de la Fundadora de la Congregación, Madre Mercedes del Carmen Pacheco (x)conformando un centro de  irradiación de  Caridad, Cultura, Luz y Vida, todo para la mayor Gloria de Dios, tarea que  con sumo esfuerzo llevaron adelante  las Hermanas de la Congregación. 
 Las Hermanas sumarán  esfuerzos en crear un clima propicio que complemente la labor del Párroco ayudando a los miembros de la  comunidad parroquial a vivir  en su Fe, recordando que el hombre es creado por Dios a su imagen y semejanza asumiendo el compromiso desde el Bautismo y continuándolo a partir de los sucesivos Sacramentos.

De esto último podemos dar fe quienes hemos sido acreedores de su proficua  labor catequística a lo largo de los meses de preparación para recibir el Sacramento de la Comunion ,los ensayo para el dia señalado y una vez  cumplido el trascendental acto ,ser acreedores de  un agasajo con un chocolate con masas servido por las hermanas en el Hogar .Luego era el turno de la Confirmacion .
Tarea no menor era llevar adelante el Hogar de Niñas,como en cualquier hogar ,la Hermanas asumían el papel de Madres ,de un grupo de niñas de 6 a 12 años , proveyendo las necesidades materiales y espirituales dentro de un regimen de sana convivencia y disciplina,con participación activa en la vida religiosa de la Parroquia ,destacándose el Coro de Niñas(por ellas formado)  acompañada por la ejecución  del Armonio por una de las Hermanas en la celebracion de los distintos Servicios Religiosos.
A su cargo estaba el mantenimiento y  preparación de los ornamentos que el oficiante y monaguillos debían usar ,la asignacion y preparacion de los niños monaguillos,la confección de hostias,la ornamentación interior del templo y en ciertos periodos la preparación de comidas  para el párroco elaboradas en el Hogar.
Todavia se daban tiempo para enseñar manualidades (Bordado,tejido etc) y para dar clases de vocalización a los integrantes del  Coro de Mayores,y los ensayos qué, el mismo bajo su direccion demandaba ,amen de no descuidar el mantenimiento del edificio  que habitaban y la no menos importante tarea de munirse y administrar los escasos ingresos pecuniarios .
Parte de  nuestra niñez y adolescencia hemos compartido y disfrutado actividades cuando el Hogar estaba bajo la Direccion de  Sor Antonia,Madre Superiora,Sor Maria ,y con la mas joven y recién llegada Sor Manuela de  permanente y cautivante sonrisa, que fluía con naturalidad irradiando simpatía, como si hubiese descubierto el secreto de la eterna felicidad   ,hiperactiva , era quien tenía a su cargo,la ejecución del Armonio y la Direccion de Coros de Niñas y/o de Mayores ,durante las Celebraciones del Culto, su  presencia era anticipada por el “fru-fru” de su hábitos (color crema, o negro según fuere puertas adentro o  en la via publica).
Dejaron una huella imborrable ,en la que no estuvieron  ausentes algunos sobresaltos  derivados de las contingencias politicas del momento,tal lo ocurrido en una fria noche del mes de junio de 1955,ante la denuncia de un puntero politico de la localidad sobre la supuesta existencia de armas,el Hogar es allanado a altas horas de la noche por una Delegacion de la Rama Femenina de la Policia Federal , haciendo levantar de la cama a todas las Niñas y Hermanas ,para hacer la requisa,con resultado negativo ,algo que el puntero sabia.
Pasado el mal momento retomaron su habitual rutina que se prolongaría por varias décadas más, hasta qué,  como consecuencia de la falta de vocaciones y la edad avanzada de muchas religiosas, las autoridades de la Congregación deciden cerrar el Hogar  Cristo Rey de Chillar, lo cual se concreta en el año  2003.