La “Cultural” ( Asociación Cultural de Chillar)


Pocos libros había en mi casa cuando niño, mi primer contacto con la lectura lo fué a través del Diario “La Prensa” (en menor medida "Critica" y "Clarin", éste último  recién salia a la luz) que mi padre adquiría diariamente(le servia para perfeccionar su castellano), en él, con su incentivación y ayuda aprendí a leer, antes de comenzar a cursar la enseñanza primaria y que el primer libro, “Alitas”, en el primer grado inferior, estuviera en mis manos.
Le seguirían otros libros de lectura, como también las enciclopedias Kapeluz, libro de texto con temas varios, desde las nociones de Aritmética, pasando por el Lenguaje hasta una síntesis de Historia Universal que era norma para las escuelas nacionales como lo era la N.º 101, un primer tomo con materias de aplicación de primero a tercer grado y el segundo de cuarto a sexto grado respectivamente, de complemento y material de consulta: el Billiken.
En la escuela teníamos buenos ejercicios de lectura, con competencia incluida, ganador era el que menos equivocaciones cometía, respetando la postura, la modulación de voz, las pausas y la dirección de la mirada, el cual era elegido para leer alguna página de un libro  afín a los actos patrios o recordatorios de nuestros próceres, cuando era el turno de Sarmiento, era usual leer en el acto un fragmento del Facundo o del Recuerdos de Provincia.
Mérito de la Escuela de ese tiempo a través de sus maestras fue el haber abonado el terreno y luego sembrado la semillita para que germinara en nosotros el amor por la lectura.
El trayecto de ida y regreso de la Escuela, pasaba por el frente de la Biblioteca(la "Cultural" para nosotros), sobre Cortázar a pasos del Club Huracán, con buen tiempo, solía estar la solitaria bibliotecaria en la puerta, nuestra curiosa mirada de niños podía ver en el interior del- para nosotros misterioso local- unas estanterías y armarios con libros, sin tener clara noción de su cometido.
El Diario era el principal medio de información y a través de sus suplementos, de acceso a la Cultura en sus distintas manifestaciones .de lectura obligada, con un tema dominante y recurrente en esa época: La Guerra, al inicio de la escuela primaria, apenas había terminado la Segunda Guerra Mundial, le seguiría la Guerra de Corea y de Indochina, que ocupaban las primeras planas, siendo tema de conversación permanente de nuestros mayores llegados de allende los mares y muchos de los cuales,incluido mi padre habian participado de la Primera .
 La forma más rápida de acceder a un diario era concurrir a la Estación de FFCC  a la hora de arribo  del tren de pasajeros vespertino ,desde Azul u Olavarría llegaban los diarios de la Capital ,entre ellos "La Prensa" ,diario preferido de mi padre, no pocas veces ,adquirido el mismo a Zambruno el distribuidor ,me quedaba mirando la primera plana con letras tipo  catástrofe sobre un mapa  gigante de  Corea  que mostraba las posiciones de los contendientes ,momentos en que se hacía presente el ¿Qué sabes vos de Corea? , proferido por el Capataz de la Estación.
Mientras avanzaba en la primaria, antes de finalizar la misma, cursando 6º grado entro a trabajar en horario vespertino en “La Despensa”, allí tomo contacto con el mundo de las revistas que devoraba una tras otra y con la anuencia de Don Antonio, de su colección completa del Diario La Nación reflejando los hechos de la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial.
Con la llegada del Pbro. Giunta y la conformación del Grupo de Jóvenes de la JOC, tenía a disposición la biblioteca de la Parroquia, que había ido formando el Padre Carballo, que incluía la Colección encuadernada de "La Voz de la Parroquia", por él editada y encuadernada en Tomos,  reunía buena parte de la historia de la localidad.
Además, el Pbro.Giunta ,tenía una pequeña colección personal de libros relacionados con el tema de actualidad de esos años: el Comunismo y  la URSS ,que puso a mi disposición tras una una discusión ,en la cual  por una actitud impropia de petulancia adolescente de mi parte , provocó su destemplada  reacción ,”Andá,agarrá y leé todos esos libros “ .
.Textos sobre el Marxismo,Materialismo Dialectico etc  y de los  numerosos autores que a través de sus viajes o de quienes habían desertado, reflejaban la verdadera realidad de la vida en la URSS, muy diferente de la propaganda oficial.
Por entonces la Parroquia propicio la llegada de las Promociones de libros de la Editorial Difusión a precios accesibles, eso nos dio la posibilidad de adquirir, con nuestros magros recursos, un buen numero volúmenes de Julio Verne, Emilio Salgari, Robert Stevenson, Fenimore Cooper etc. ingresando al maravilloso mundo de las novelas de aventuras.
Y un día llego llegó la “Cultural”  ,un compañero del grupo parroquial, sobrino de la Bibliotecaria ,me invita a concurrir  ,diciéndome “En la Cultural  podés acceder a distintos libros y llevártelos a tu casa para leerlos”, así fue que durante tres años (hasta mi partida con 16 años y medio) ,frecuenté la Biblioteca en forma asidua, la cual me permitió acceder a los clásicos de la literatura universal ,clásico griegos y  romanos ,pasando por la Divina Comedia, el Quijote y tantos otros ,(muchos los he vuelto a leer siendo mas adulto)además de muchos libros de historia, novelas y de cultura general .
Un pequeño libro quedo en mi recuerdo era el único referido a la Explotación del Petróleo y del Gas ,apenas una ventana abierta  a esa formidable industria, al leerlo nunca imaginé que quince años más tarde pasaría a formar parte de la misma por el  resto de mi vida activa.
Fueron miles de horas de lectura  que, en no poco han contribuido a enriquecer mi vocabulario y mejorar la sintaxis y la gramática y ayudado a hablar, pues como dice Cicerón "a hablar se aprende leyendo" y todo ello gracias a una humilde Biblioteca como se la calificaba entonces, cuyo aporte a la comunidad fué  invalorable.
Poco antes de irme la entonces presidenta de la Asociación Clara L de Fratantueno había comenzado una campaña de donación de libros, hasta su casa me llegue para llevar mi personal colección de libros  de novelas de  aventura de los autores arriba mencionados, una pequeña contribución en agradecimiento de lo que la “Cultural” me había dado.