Correr por diez centavos



Como en todo pueblo había personas con diferencias y defectos físicos notables, que incidían en menor o mayor medida en sus capacidades motoras y/o manuales, aunque en esa época no se hablaba de capacidades diferentes.

Las reacciones e impresiones de quienes éramos niños supuestamente “normales” frente a esas personas, podían pasar por la admiración y el asombro  ,es el  caso de una joven chica muy bella ,que  carecía por completo de antebrazos y parte de los brazos y,  tenía un pierna más corta  que terminaba a la altura de la rodilla de la otra ,pero que con el uso de una muleta especial podía caminar con cierta normalidad y manejar una escoba y  barrer el patio con suma agilidad, pero lo que más nos asombraba era su habilidad para tejer manejando las agujas con sus dos pies.

En contrapartida nos provocaba cierta aprensión visualizar a alguien que le  habian amputado una pierna  y debía desplazarse con el uso de muletas, aprensión en parte incentivada por la gente mayor del barrio ,aleccionándonos sobre nuestra conducta, diciendonos que si nos portábamos mal nos iba a pasar  lo  mismo .
De la aprensión pasamos a la temerosidad ,cuando un día llega a la localidad  a cargar combustible una motocicleta sidecar ,lo cual de por sí ya era motivo de atención y de atracción  para los niños que rápidamente  nos acercamos a ella ,en la misma viajaban  dos excombatientes alemanes , que habían participado en la Segunda Guerra Mundial apenas finalizada unos pocos años atrás,  recorriendo el país rumbo a la Patagonia   vestidos con ropa de cuero de color negro (normal para los motociclistas) ,de trato amable ,un cierto escozor nos recorrio el cuerpo  al ver que uno de ellos, quien conducía la motocicleta  no solo llevaba un parche negro (del mismo color que su vestimenta) tapándole un ojo, si  no que al momento de partir descubrimos  que en lugar de la mano izquierda portaba un garfio de hierro con una argolla en su extremo que calzaba justo en  el manubrio del lado izquierdo.
Nunca habíamos visto algo si en forma directa y pasaría un tiempo para que viéramos personajes con defectos similares en las películas sobre Piratas y se convirtieran en algo normal.

De la temerosidad pasamos a la hilaridad Hubo un caso,que solía provocar una cierta hilaridad ,no era que uno se riera de un defecto físico ,si no  de los efectos visuales  que el mismo provocaba en la persona al caminar y sobre todo al correr.
Se trataba de un chico que había nacido con la posición de sus pies vueltos hacia dentro, de manera que al caminar un pie pasaba por encima del otro ,daba la impresión que en cualquier momento podían tocarse y ello provocar su caída, si llamativo era el caminar mucho más lo era cuando corria,verlo era el gozo del dueño del Hotel Internacional, de manera  que todos los días ,el chico se acercaba al Hotel para que el dueño lo viera correr unas decenas de  metros al cabo del cual lo premiaba con diez centavos,de los antes claro (x).
Con diez centavos se podian comprar diez caramelos o  cuatro caras sucias(tortas negras)

Policia mediador




Policía mediador

En épocas de nuestra niñez ,contados eran los hechos graves  que merecieran la intervención policial ,el paso por la localidad viajando en tren de un peligroso  asesino ,que movilizara a toda la policía o la muerte mediante el disparo de una arma de fuego de un miembro de una familia tradicional en plena calle Cortázar ,fueron hechos excepcionales que sacudieron la modorra pueblerina, los delitos más comunes eran los robos de gallina ,alguna gresca entre vecinos o entre personas  excedidas en el consumo de bebidas, que la policía al obrar preventivamente ,solicitándoles la entrega del facón a los qué ,desde el campo se allegaban al pueblo montando caballo los fines de semana  evitaba que fueran sangrientos  o los controles esporádicos e imprevistos  de los prohibidos juegos de azar en el  Club Social .

Las ocupaciones mayores eran de tipo burocrático presenciar la carneada en el Matadero, estar presente en cada llegada de un tren de pasajeros a la Estación de FFCC ,(en esa época,mañana y tarde ,salvo los domingos) controlar el embarque  de hacienda en los trenes de carga  del FFCC ,darse una vueltita por El Descanso a la llegada de los Ómnibus de pasajeros ,concurrir a los bailes ,a los Oficios religiosos (en épocas de Perón,en que por razones polticas los principales dirigentes  politicos de la localidad y el Parroco fueron detenidos y por mas de una semana hubo record de presos en la Sede Policial) ) ,realizar las rondas nocturnas  recorriendo las calles del pueblo ,en semipenumbra  haciendo sonar el silbato de tanto en tanto y ocupaciones menores como desalentar el juego de bolitas en la calle , llegando a  quitarnos  las mismas o parar a las niñas en la vía publica pidiendo que mostraran las manos ,seguido de la admonicion “las tenés sucias ,andá a lavártelas” .

Quizá lo más complicado eran los domingos por la tarde, debían estar presentes en los partidos de Fútbol para evitar trifulcas y/o hechos de violencia, comunes en esa época en que existía el expendio libre de bebidas alcohólicas.

De manera qué, en general ,era habitual verlos caminar con paso cansino, sin apuro, para dirigirse a cumplir algunas de las obligaciones mencionadas.

A paso cansino, para no desentonar se solía ver llegar a la sede policial desde el Hotel Internacional donde se alojaba al Oficial a cargo, recién egresado, luciendo una lustrosa espada con aires de suficiencia “echao p/atrás” según el comentario popular.

Como siempre ocurre existía el contraste ,un policía alto y delgado, de rápido y enérgico andar  ,servicial y atento con quienes  se apersonaban a la sede policial por algún tramite ,salvo el oficial, era el único que sabía escribir a máquina .
Su accionar y enérgico proceder  se podía ver en sus intervenciones para detener las trifulcas que se producían en los partidos de Futbol para  separar a los contendientes ,sin vueltas cachiporra en mano,  se avalanzaba sobre los revoltosos, repartiendo cachiporrazos a diestra y siniestra logrando su objetivo en  un santiamen.

Sucedió un dia , que estando de servicio en la sede policial ,fué  el destinatario de una impronta verborragica incontenible de una irrascible  mujer, provinciana, de baja estatura,cuyos gritos  se podían oír en  toda la cuadra  ,reclamándole enérgicamente su intervención para solucionar un diferendo con una familia del vecindario .
El vecino-padre de un hijo,  que a juicio de la mujer era el responsable de haber atentado contra el honor de  su hija-  por lo tanto,  receptor pasivo de sus descalificaciones expresadas a viva voz ,a pesar que previamente habia accedido de buena fe   a  acompañarla  a la sede policial .
Allí estaban ,los tres en la vereda ,a la vista de todos, el policía en medio  de ambos ,alternando su nerviosa  mirada hacia  uno y otro, tratando de mantenerlos separados para que no haya agresiones físicas e intentando aplacar sobre todo a la mujer , rogando que no pasara a mayores.

Con el correr de los minutos los ánimos se fueron serenando ,momento esperado por el policía para intervenir y encontrar el camino de la solución que dejara conformes a las partes .

Solo él sabrá cómo logró convencer a ambos ,pero el diferendo tuvo un final feliz .
La hija de la mujer ,embarazada por el hijo de la otra persona ,origen del conflicto,terminaron contrayendo enlace , fueron felices y comieron perdices.

El policía demostró en la oportunidad que no solo sabía blandir la cachiporra ,también podía blandir su innata calidad humana conocedora de la psicología del común de la gente ,logrando una mediación a primera vista imposible.


A la Derecha :Rossi -El mediador