La bicicleta representa hoy el medio de transporte más
popular. Antaño la llamaron “caballo de acero”. Para los niños era y es un
juguete maravilloso, mientras que a los trabajadores les facilita a menudo su
traslado y por añadidura contribuye al desarrollo de distintas disciplinas deportivas.
Su estructura simple y sencilla no debe hacernos pensar que
la bicicleta alcanzó de pronto la perfección tal cual la conocemos.
Su antepasado tomó vida a fines del Siglo XVIII, novedad que fué considerada como un juguete y a
lo largo del Siglo XIX fue tomando forma, a pesar de ello resultaba todavía
demasiado pesada y el conductor se fatigaba bastante, tanto por el frotamiento
de los ejes como por las fuertes vibraciones producidas al rodar, sobre todo si
el terreno no era plano. la aparición del neumático y de los rodamientos a
bolas (rulemanes) subsano esos inconvenientes dándole un gran impulso.
El mayor fue dado por su uso en la Primera Guerra Mundial,
en la que los distintos ejércitos intervinientes contaron con numerosos
Batallones ciclistas que encontraron en la bicicleta un medio sencillo y ágil
para transportarse.
A su fin, su uso se
popularizo y expandió a todo el mundo, por ello no tardaría en incorporarse al
paisaje urbano de nuestra Localidad, tomando su lugar en forma paulatina entre
los medios de locomoción a tracción a sangre y los automotores, no solo como un
medio de movilidad individual sino también para el reparto de mercaderías, con
bicicletas reforzadas para tal fin y luego complementado por la aparición del triciclo,
con mayor capacidad de carga.
Ello abrió la puerta
de un mercado potencial de ventas de bicicletas como también de repuestos y de
servicios de reparación.
Mi memoria me lleva a mi niñez, época en que Jose Hiriart tenía
adicionado en su negocio el rubro bicicletas nuevas y repuestos, el Taller Mecánico
de los Hnos. Alberti tenía un sector apartado destinado a la venta de repuestos
y reparacion, mientras que la dupla Yerfino-Squartini tenían su taller de
reparación.
Algunos hicieron de
la bicicleta un Culto, la usaban solo para pasear durante las tardes sabatinas
o domingueras, sus bicicletas cuidadas con esmero hasta el extremo portaban
todos los chiches y accesorios, en la que no faltaba el espejo retrovisor. Las
de damas en menor número no le iban en zaga, salvo un detalle, como muchas
usaban pantalones, eran destinatarias de criticas y murmullos en voz baja,
llamativamente de sus propios congéneres, cosas de la época.
Lo más importante fue el auge del ciclismo deportivo, que se
convirtió después del futbol en el deporte más practicado y más popular.
Con justicia puede decirse,
por la cantidad de ciclistas y el buen numero de competiciones que tenían a la
localidad como epicentro las cuales eran un atractivo para los ciclistas de
localidades vecinas que esos años fueron la época de Oro del Ciclismo en
Chillar.
Las competencias
domingueras eran moneda corriente, en primavera y verano, generalmente
disputadas por la mañana,las realizadas en la Localidad se hacían en un
circuito de calles asfaltadas para las competencias de velocidad o mixto,
calles asfaltadas y de tierra si era por equipos o de resistencia.
La esquina de Cortázar y San Martin solía ser el punto de
partida y llegada. No eran las únicas también se llevaban a cabo competencias
sobre ruta, como la Doble El Pellegrino sobre la Ruta 3, la Doble Juárez o en caminos
de Tierra con la Doble 16 de Julio.
Se competía mas por el honor que por los premios, más bien simbólicos
y en algún caso con alguna pizca de ironia, habia un ciclista que siempre en
las carreras en ruta en especial la Doble 16 de julio estaba abonado al último puesto,
pero muy distanciado del resto, en una oportunidad recibió de premio una
linterna acompañada de una tarjetita que decía “Este premio es para que te
alumbres por si en la próxima carrera llegas de noche”
La Dupla Jaime Sainz y Jose A Napoli, que corrían en equipo o
en forma individual supo ser la más ganadora,
aunque hubo momentos en que Jaime Sainz, se tornó casi imbatible llegándose a
usar armas no muy deportivas para poder superarlo, discusiones y cuasi peleas hicieron
que Jaime desistiera de seguir compitiendo,para entonces habia completado un
extensa y exitosa trayectoria en el ciclismo deportivo de la localidad
No había rivales fáciles, entre los que aquí recordamos estuvieron
los Hermanos Gregorio y Rómulo Leguizamón, Rubèn Hiriart, que alterno su pasión
ciclista con el futbol jugando en la primera división de independiente. Ricardo
Squartini, Zoilo Garcés,Tinencio Fernández y muchos
otros muchachos que escapan a mi memoria.
Negocio de Jose Hiriart,(detras del mostrador) puede verse una bicicleta colgando del techo debajo de la misma Ruben Hiriart uno de los ciclistas recordados |
Tinencio Fernandez-Hugo Squartini con Edverto Amado Preparador Fisico representando al Club Estdiantes |
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