Eran épocas en
que lo que mas abundaba era la escasez ,
pero disfrutabamos de lo poco que teniamos,no habia lugar para lamentaciones
ni para envidiar a quienes tenían
más elementos materiales que nosotros“Rico no es el que más
tiene, sino el que menos necesita”
Desde pequeños tomamos conciencia del sacrificio que hicieron y hacían nuestros padres para poder "parar la olla".Apenas comenzada la década del 40 dejamos la casita alquilada, para disfrutar de una casita de material muy humilde, construida sobre un lote de terreno comprado con los pesos trabajosamente ahorrados por mi madre,que mi padre,albañil él, con la ayuda de ella ,que era quien preparaba la mezcla y le alcanzaba los baldes sobre el andamio, levantaron ladrillo sobre ladrillo. (Primer casa edificada sobre Sarmiento entre 9 de Julio y De Paula)
Aprendimos a madrugar sin rezongos, con alegría,a luchar cada minuto de cada día, estudiando, trabajando la tierra de nuestro solar con esfuerzo, sudor y amor, a pala de punta ,azada y rastrillo.
A disfrutar de la naturaleza, del canto libre de los pájaros, del color y del aroma de las flores, del sabor de una fruta, una verdura u hortaliza recién cosechada de la planta que vimos crecer desde la semilla, de paladear el sabor de un tomate con gusto a tomate por haber madurado en su sitio natural.
Pudimos ayudar al pollito a romper el cascarón que lo traía a la vida y alimentar al chanchito para el próximo invierno.
Desde pequeños tomamos conciencia del sacrificio que hicieron y hacían nuestros padres para poder "parar la olla".Apenas comenzada la década del 40 dejamos la casita alquilada, para disfrutar de una casita de material muy humilde, construida sobre un lote de terreno comprado con los pesos trabajosamente ahorrados por mi madre,que mi padre,albañil él, con la ayuda de ella ,que era quien preparaba la mezcla y le alcanzaba los baldes sobre el andamio, levantaron ladrillo sobre ladrillo. (Primer casa edificada sobre Sarmiento entre 9 de Julio y De Paula)
Aprendimos a madrugar sin rezongos, con alegría,a luchar cada minuto de cada día, estudiando, trabajando la tierra de nuestro solar con esfuerzo, sudor y amor, a pala de punta ,azada y rastrillo.
A disfrutar de la naturaleza, del canto libre de los pájaros, del color y del aroma de las flores, del sabor de una fruta, una verdura u hortaliza recién cosechada de la planta que vimos crecer desde la semilla, de paladear el sabor de un tomate con gusto a tomate por haber madurado en su sitio natural.
Pudimos ayudar al pollito a romper el cascarón que lo traía a la vida y alimentar al chanchito para el próximo invierno.
¡Y qué confort
que teníamos! ¿Aire acondicionado? ¡Por supuesto que sí! En verano, la sombra de
los árboles durante el día o la
bendición de una fresca brisa por las noches.
En invierno, la cocina económica a fondo,o la “carucita” que oficiaba de estufa o secarropas y alternativamente con el “Primus” ,con su sonido de avión a chorro, que era la cocina portátil cuando el clima era templado y el gas algo impensado.
En invierno, la cocina económica a fondo,o la “carucita” que oficiaba de estufa o secarropas y alternativamente con el “Primus” ,con su sonido de avión a chorro, que era la cocina portátil cuando el clima era templado y el gas algo impensado.
Nos alumbrabamos por medio de una
lámpara de kerosene o el candil (porque no teníamos luz eléctrica)
¿Heladera? Claro que sí.El agua fresca del pozo para refrescar las bebidas y
la leche y la fiambrera colgada del
árbol más cercano para resguardar la carne o el pollo recién pelado .
¿Shopping y tarjeta de crédito? no podía faltar, pero antes en el pueblo tenían un nombre más cercano y mas familiar , el "Almacén de ramos generales" , “La Despensa” o el boliche de ·”Don Jose” y el crédito , era de palabra, sin firmas, sin garantías, a lo sumo las anotaciones en la libretita negra.
¿Televisión? Ni siquiera una radio, eso si, las noticias llegaban con “La Prensa”.( Tambien ”La Nacion” ,”Clarin”y otros) que ibamos a buscar diariamente por la tarde a la hora en que llegaba el tren y que nos sirvió para que aprendiéramos a leer gracias a que nuestro papá nos hacia participe de su lectura apenas llegado de sus ocupaciones diarias.
¿Shopping y tarjeta de crédito? no podía faltar, pero antes en el pueblo tenían un nombre más cercano y mas familiar , el "Almacén de ramos generales" , “La Despensa” o el boliche de ·”Don Jose” y el crédito , era de palabra, sin firmas, sin garantías, a lo sumo las anotaciones en la libretita negra.
¿Televisión? Ni siquiera una radio, eso si, las noticias llegaban con “La Prensa”.( Tambien ”La Nacion” ,”Clarin”y otros) que ibamos a buscar diariamente por la tarde a la hora en que llegaba el tren y que nos sirvió para que aprendiéramos a leer gracias a que nuestro papá nos hacia participe de su lectura apenas llegado de sus ocupaciones diarias.
¿Computadora,
Internet? El “Billiken” y excepcionalmente alguna Enciclopedia, pero sobre todo
la sapiencia y el amor de nuestras maestras.En casa ,gracias a la “quintita” consumíamos verduras
y hortalizas de producción propia que
ahora se denominan orgánicas y que por
ello son más caras.
Las pastas, caseras por supuesto, que hábilmente surgían de las hábiles manos de nuestra mamá, lo mismo que las tortas, el bizcochuelo,las empanadas de cada fin de semana o el pan casero.También huevos caseros, pollos y cerdos criados con alimentos naturales.
El mate cocido o la “cascarilla” con leche recién ordeñada o sea directa del productor al consumidor conformaban nuestro desayuno o merienda.
Practicábamos todos nuestros juegos al aire libre,donde respirabamos aire del mejor,en la mayoria de los casos lo haciamos con juguetes de nuestra propia manufactura .
Todo ello nos dejó claras enseñanzas de la vida que nos posibilitó a arreglarnos y a disfrutar de lo que poseiamos,muy lejos de las ambiciones desmedidas o de añorar cosas imposibles.Sin dudas ello contribuyó a que nuestra pobreza fuera digna hermosa, y feliz .
Las pastas, caseras por supuesto, que hábilmente surgían de las hábiles manos de nuestra mamá, lo mismo que las tortas, el bizcochuelo,las empanadas de cada fin de semana o el pan casero.También huevos caseros, pollos y cerdos criados con alimentos naturales.
El mate cocido o la “cascarilla” con leche recién ordeñada o sea directa del productor al consumidor conformaban nuestro desayuno o merienda.
Practicábamos todos nuestros juegos al aire libre,donde respirabamos aire del mejor,en la mayoria de los casos lo haciamos con juguetes de nuestra propia manufactura .
Todo ello nos dejó claras enseñanzas de la vida que nos posibilitó a arreglarnos y a disfrutar de lo que poseiamos,muy lejos de las ambiciones desmedidas o de añorar cosas imposibles.Sin dudas ello contribuyó a que nuestra pobreza fuera digna hermosa, y feliz .
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Candil |
Carucita |
Primus |
Fiambrera |
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