La mayoría de mis contemporáneos hemos sido monaguillos
alguna vez ,en la totalidad de los
casos, no por que nos lo propusiéramos ,sobre todo siendo niños y apenas
transcurrido un corto periodo de tiempo de haber tomado la Primera Comunión ,si no por que no teníamos
otra alternativa que acceder al pedido casi
imperativo de la
Hermana Superiora a cargo del Asilo de Huerfanas ,que minutos antes del inicio de la misa,
hurgaba entre los asistentes por nuestra
presencia ,para dirigirse presurosa hacia nosotros y llevarnos en dúo a la Sacristía , allí estaban esperándonos
las sotanas rojas(negras en caso de un funeral) y los inmaculados roquetes blancos,que las hábiles manos de
la hermanitas de Cristo Rey habían
preparado junto a las vestiduras litúrgicas del Sacerdote,por entonces el Pbro.
José Carballo, hasta su muerte mantuvo a los monaguillos tradicionales, en
cambio los monaguillos de quienes lo sucedieron salvo excepciones lo hacían con
vestimenta de calle.
Como monaguillos participábamos desde la cercanía ,en la
ayuda del oficiante,precediendolo en el ingreso al Templo ,en una época donde
regia la misa Tridentina ,oficiada exclusivamente en latín y en la cual el
sacerdote estaba en su mayor parte de espaldas,salvo los saludos y las lecturas que se hacia de
cara a los feligreses .
Esa postura no hay que interpretarla como un desprecio ni nada parecido si no en el sentido de que el sacerdote oficiaba junto con el pueblo,los monaguillos acompañaban la postura del sacerdote o sea también estábamos de espalda hacia los asistentes
La Misa no comenzaba en el
Altar, sino en las gradas, produciéndose
la primera subida al Altar, con el Introito.Es obvio que nuestra
inexperiencia hacia que dependiéramos de la indicaciones del Sacerdote ,sea
para acercar el incensario y la naveta con el incienso,acercar las vinajeras
para suministrar el agua para
ritual del lavado de manos y del
vino destinado a la Eucaristía ,
cuando tocar la campañilla ,cuando pararse ,arrodillarse , sentarse y como
acompañarlo y que elementos portar al momento de ofrecer la comunión a los comulgantes-usualmente un monaguillo portaba una vela y otro la patena-demás esta decir que desconocíamos por completo el latín, por lo que las
respuestas al oficiante eran dadas desde
el Coro por las Hermanas de Cristo Rey.
No solo el latín era un problema,el propio vocabulario castizo del Pbro. Carballo,no le iba en zaga , en mi primera actuación como monaguillo, me jugó una mala pasada, en un momento de la misa, estaba de pie y él me susurra ¡Híncate! , no entendía nada, volvió a repetir ya con vos mas audible ¡¡Híncate!!hice señas que no comprendía ,ahí llego el ¡¡Arrodíllate!.. ¡Ah!...
Esa postura no hay que interpretarla como un desprecio ni nada parecido si no en el sentido de que el sacerdote oficiaba junto con el pueblo,los monaguillos acompañaban la postura del sacerdote o sea también estábamos de espalda hacia los asistentes
No solo el latín era un problema,el propio vocabulario castizo del Pbro. Carballo,no le iba en zaga , en mi primera actuación como monaguillo, me jugó una mala pasada, en un momento de la misa, estaba de pie y él me susurra ¡Híncate! , no entendía nada, volvió a repetir ya con vos mas audible ¡¡Híncate!!hice señas que no comprendía ,ahí llego el ¡¡Arrodíllate!.. ¡Ah!...
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