¿De Quién es la Plata?
Temprano, por las mañanas,supo estar él,en mas de una oportunidad,sentado en el cordón de la vereda ,sosteniendo su cabeza con sus dos manos, con cara de preocupación y la expresión de alguien que a pasado la noche en vela,”Hermano,hace dos días que no como,estoy seco”,solia decir , Don Carlos,el “Timbero” y la timba era su trabajo. Cuando sus bolsillos flaqueaban, siempre había alguien dispuesto a darle una mano, dado que él como buen jugador era cumplidor cuando aparecía la racha favorable.El vivía de ello, a veces mejor, otras peor, un día entró en racha ganadora sostenida y ello le permitió terminarse su casita y vivir razonablemente bien.
“Don Luiggi” era un importante exponente de la Construcción, a su cargo estuvieron muchas obras que contribuyeron a engrandecer el pueblo, por esos años en permanente crecimiento, donde muchos fueron los que trabajaron y aprendieron el oficio a su lado .”Don Jorge,vendi el auto, prepáremelo que lo van a venir a buscar ”, mas tarde seria el turno del “cámion” (asi lo pronunciaba Don Luiggi), que también había “vendido”, Don Jorge, ya sabia que la venta no era tal, era el “pago” de las deudas contraidas en el juego. La noticia “mañanera”,¿”se enteró Don? hubo redada policial anoche, están presos Fulano, Mengano, el Doctor tal y cual”.Como el Doctor era conocido, uno no podía menos que preguntarle ¿Por qué fué Doctor?, riéndose, mientras meneaba la cabeza respondía,”Por infracción a la Ley Numero tal” (ley de juego clandestino).Todo ello nos mostraba la otra cara del juego que de ninguna manera acontecía en los lugares habituales, dónde,diariamente después del almuerzo,hasta el horario de apertura de los comercios y/o a partir de la tardecita hasta la hora de la cena,se jugaban interminables partidas de mus,truco etc, sólo por los porotos, por el copetin,por la “vuelta” o por el honor,donde no podía faltar algún altercado ,que las cartas fueran a parar al piso, más como efecto de alguna copita de mas que por las contingencias del juego en sí y/o que derivara en un juramento de no jugar mas con los contendientes habituales,algo que al día siguiente, sería olvidado por todos. En cambio, lo otro,al estar infringiendo la ley, transcurria en la clandestinidad.Eran participes una selecta concurrencia de habitués al juego de reconocida solvencia y posición social,lo cual contribuia a mitificar los montos o la calidad de los bienes que supuestamente pasaban de una mano a otra.La trastienda del Cub Social era el lugar preferido,en cuyos fondos un rebaje en la pared divisoria permitía el escape hacia la Plaza a traves de una casa vecina en caso de “alarma”por la presencia policial,no siempre anticipada y en ese caso la redada era inevitable, siempre realizada por una comisión Policial llegada desde Azul ,que solía caer subrepticiamente no solo para sorprender “in fraganti” a los jugadores si no también para constatar que la Subcomisaria estuviera en orden. Así, un dia de semana,pasada la medianoche llegan a la Subcomisaria,para encontrar al “guardia” durmiendo a pierna suelta,ni cuenta se había dado de la presencia de la Comisión, que de allí se dirige al Club sorprendiendo a los jugadores en plena tarea.¡Que nadie se mueva,manos fuera de la mesa! , la primer orden, ¡Todos contra la pared! , y allí queda la mesa cubierta de cartas y de billetes de numeración elevada, ¿De quien es la Plata?...¿?.. ¡Repito! ¿De quien es la Plata?...¿? , ¡Ajá! Con que,¿ no es de nadie?,¿no?, entonces,si no es de nadie, ¡es NUESTRA!.Si nadie era dueño de la plata, no había infracción, sin ésta no había detenidos. Así finalizaba la cuestión por esa noche y Tutti Conttenti,.
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