Policía mediador
En
épocas de nuestra niñez ,contados eran los hechos graves que merecieran la intervención policial ,el
paso por la localidad viajando en tren de un peligroso asesino ,que movilizara a toda la policía o
la muerte mediante el disparo de una arma de fuego de un miembro de una familia
tradicional en plena calle Cortázar ,fueron hechos excepcionales que sacudieron
la modorra pueblerina, los delitos más comunes eran los robos de gallina
,alguna gresca entre vecinos o entre personas excedidas
en el consumo de bebidas, que la policía al obrar preventivamente
,solicitándoles la entrega del facón a los qué ,desde el campo se allegaban al
pueblo montando caballo los fines de semana
evitaba que fueran sangrientos o
los controles esporádicos e imprevistos
de los prohibidos juegos de azar en el
Club Social .
Las ocupaciones mayores eran de tipo burocrático presenciar
la carneada en el Matadero, estar presente en cada llegada de un tren de
pasajeros a la Estación de FFCC ,(en esa época,mañana y tarde ,salvo los
domingos) controlar el embarque de
hacienda en los trenes de carga del FFCC
,darse una vueltita por El Descanso a la llegada de los Ómnibus de pasajeros ,concurrir
a los bailes ,a los Oficios religiosos (en épocas de Perón,en que por razones polticas los principales dirigentes politicos de la localidad y el Parroco fueron detenidos y por mas de una semana hubo record de presos en la Sede Policial) ) ,realizar las
rondas nocturnas recorriendo las calles
del pueblo ,en semipenumbra haciendo
sonar el silbato de tanto en tanto y ocupaciones menores como desalentar el
juego de bolitas en la calle , llegando a quitarnos las mismas o parar a las niñas en la vía publica
pidiendo que mostraran las manos ,seguido de la admonicion “las tenés sucias ,andá a lavártelas” .
Quizá
lo más complicado eran los domingos por la tarde, debían estar presentes en los
partidos de Fútbol para evitar trifulcas y/o hechos de violencia, comunes en
esa época en que existía el expendio libre de bebidas alcohólicas.
De
manera qué, en general ,era habitual verlos caminar con paso cansino, sin apuro,
para dirigirse a cumplir algunas de las obligaciones mencionadas.
A
paso cansino, para no desentonar se solía ver llegar a la sede policial desde
el Hotel Internacional donde se alojaba al Oficial a cargo, recién egresado, luciendo una
lustrosa espada con aires de suficiencia “echao p/atrás” según el comentario
popular.
Como
siempre ocurre existía el contraste ,un policía alto y delgado, de rápido y enérgico
andar ,servicial y atento con quienes se apersonaban a la sede policial por algún
tramite ,salvo el oficial, era el único que sabía escribir a máquina .
Su accionar y enérgico proceder se podía ver en sus intervenciones para detener las trifulcas que se producían en los partidos de Futbol para separar a los contendientes ,sin vueltas cachiporra en mano, se avalanzaba sobre los revoltosos, repartiendo cachiporrazos a diestra y siniestra logrando su objetivo en un santiamen.
Su accionar y enérgico proceder se podía ver en sus intervenciones para detener las trifulcas que se producían en los partidos de Futbol para separar a los contendientes ,sin vueltas cachiporra en mano, se avalanzaba sobre los revoltosos, repartiendo cachiporrazos a diestra y siniestra logrando su objetivo en un santiamen.
Sucedió
un dia , que estando de servicio en la sede policial ,fué el destinatario de una impronta verborragica incontenible de una irrascible mujer,
provinciana, de baja estatura,cuyos gritos
se podían oír en toda la cuadra ,reclamándole enérgicamente su intervención
para solucionar un diferendo con una familia del vecindario .
El vecino-padre de un hijo, que a juicio de la mujer era el responsable de haber atentado contra el honor de su hija- por lo tanto, receptor pasivo de sus descalificaciones expresadas a viva voz ,a pesar que previamente habia accedido de buena fe a acompañarla a la sede policial .
Allí estaban ,los tres en la vereda ,a la vista de todos, el policía en medio de ambos ,alternando su nerviosa mirada hacia uno y otro, tratando de mantenerlos separados para que no haya agresiones físicas e intentando aplacar sobre todo a la mujer , rogando que no pasara a mayores.
El vecino-padre de un hijo, que a juicio de la mujer era el responsable de haber atentado contra el honor de su hija- por lo tanto, receptor pasivo de sus descalificaciones expresadas a viva voz ,a pesar que previamente habia accedido de buena fe a acompañarla a la sede policial .
Allí estaban ,los tres en la vereda ,a la vista de todos, el policía en medio de ambos ,alternando su nerviosa mirada hacia uno y otro, tratando de mantenerlos separados para que no haya agresiones físicas e intentando aplacar sobre todo a la mujer , rogando que no pasara a mayores.
Con el correr
de los minutos los ánimos se fueron serenando ,momento esperado por el policía para
intervenir y encontrar el camino de la solución que dejara conformes a las partes
.
Solo él sabrá cómo logró convencer a ambos ,pero el diferendo tuvo un final
feliz .
La hija de la mujer ,embarazada por el hijo de la otra persona ,origen del conflicto,terminaron contrayendo enlace , fueron felices y comieron perdices.
La hija de la mujer ,embarazada por el hijo de la otra persona ,origen del conflicto,terminaron contrayendo enlace , fueron felices y comieron perdices.
El
policía demostró en la oportunidad que no solo sabía blandir la cachiporra ,también
podía blandir su innata calidad humana conocedora de la psicología del común de
la gente ,logrando una mediación a primera vista imposible.
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