El 14 de marzo de 1936, no fue un día mas, es una fecha que quedó grabada a fuego en la historia de Chillar.Un violento ciclón se enseñoreo de la localidad dejando una estela de victimas y destrucción, ademas de cobrarse tres vidas, destruyó o dañó la mayor parte de las viviendas.El ciclón tuvo características de tornado. Los vendavales más veloces de la Tierra son aquellos producidos por un tornado: una corriente tubular de succión de alta velocidad que se alza hasta el cielo. El viento puede alcanzar velocidades de hasta 400 kilómetros por hora o más, destruyendo todo lo que encuentra a su paso. Los tornados se desplazan sobre tierra y suelen viajar a unos 30 kilómetros por hora, pero se sabe que han llegado a desplazarse más de 300. La base de un tornado no suele superar el kilómetro de anchura.La corriente tubular que se menciona,gráficamente guarda similitud con los remolinos tan característicos de la zona de fines de la primavera y del verano,pero con una fuerza infinitamente mayor,cuya corriente ascendente obra a modo de una gigantesca aspiradora y fue la que ocasionó el desprendimiento y la voladura de la mayoría de los techos de chapa,complementado con el potente viento circular,cuya fuerza hizo que las señales de FFCC fueran dobladas como si fueran de papel.Obviamente quien esto escribe no estuvo presente en esa oportunidad,lo que aquí se transcribe forma parte del recuerdo que recibimos de nuestros mayores y de los pocos vestigios visuales persistentes hasta nuestra adolescencia:la derruida casa de material ubicada en 9 de Julio y Mitre,(que nos servia de niños para jugar a la escondida)las cabreadas y los restos de cimientos del Taller original de Juan Silvagni,en Sarmiento y Cortazar(sobre el que volveremos mas adelante) y la existencia todavía de algunos depósitos clandestinos,que contenían gran cantidad de chapas acaparadas subrepticiamente apenas pasado el tornado y que eran comercializadas a escondidas,una muestra poco edificante del comportamiento que tuvieron algunos vecinos que se aprovecharon de la situación. Si bien los tornados pueden originarse a cualquier hora del día, con mayor frecuencia se inician a partir del mediodía en adelante, esto se relaciona con el máximo calentamiento diurno de la superficie terrestre, ya que las altas temperaturas contribuyen a la inestabilidad atmosférica favorecedoras de la formación de tornados
Es lo que aconteció en esa oportunidad,un día caluroso,pesado , bochornoso como pocos, que presagiaba que algo inusual iba a ocurrir,pasado el mediodía, sobremesa para algunos,siesta para otros,proveniente del oeste(del Matadero se decía entonces) el tornado se hizo presente en toda su intensidad,lo cual obligó a muchos a buscar refugio y protección bajo las mesas,mesadas y aun dentro de los roperos,sin embargo en otros casos apenas lo percibieron,por caso en la vivienda,ubicada sobre 25 de Mayo entre San Martín y Belgrano,su propietario Wolff comentaría “habíamos terminado de almorzar,cuando vimos que el cielorraso(era de bolsas de azúcar enmarcadas y blanquedas a la cal) comenzó a moverse arriba y abajo,seguido de un estruendo,similar a un trueno,el silencio y la quietud posterior del cielorraso,nos hizo pensar que todo había pasado,segundos después vemos como caía agua por todos lados,¡el techo había desaparecido íntegro!” .Otro vecino,el único que venia circulando en automóvil y lo hacia por 25 de mayo hacia San Martín, recibió los embates del ciclón poco antes de llegar a esa arteria,terminó contra el edificio de la Estación de FFCC,distante mas de ciento cincuenta metros, sólo con algunos rasguños,sin noción de cuantos tumbos había dado.En el Templo Parroquial,la fuerza del viento ocasionó la apertura de par en par de la puerta de ingreso ,la poderosa corriente que se generó en su interior salio por el ábside,no sin antes derrumbar a su paso el altar mayor y parte del ábside, además provocar la voladura de la mayoría de las tejas(que luego serian reemplazadas por chapas).Sintomático fue lo ocurrido en el Edificio de la Sociedad Española,que se encontraba en construcción en ese momento,apenas días antes se habían instalado las pesadas cabreadas de hierro que sostendrían el techo,demostrativo de la fuerza de succión del tornado,fue el dezplazamiento de las mismas dado su peso y su poca superficie,una de ellas cayo en el patio(afortunadamente) de la vecina Tienda de Atue,en cambio otra fue a estrellarse contra un eucalipto gigante ubicado en el patio de la Confiteria”La Mil Delicias” recorriendo mas de 80 metros en línea recta.Son apenas algunos ejemplos de la fuerza destructora del tornado,cuyo mayor impacto estuvo en la voladura de la mayoría de los techos.Es momento de volver al Taller de Juan Silvagni, una construcción simil galpon,de apreciables dimensiones,recientemente construida , con paredes de material,sin revocar y techo de chapa sobre cabreadas de hierro, construcción que fue derrumbada como si fuera un castillo de naipes y el pobre Silvagni pudo salvar su pellejo, poniéndose en cuatro patas debajo de un tractor que tenia en reparación. Hombre de pocas pulgas,ni bien amaino el temporal, salió en busca del Constructor Luiggi Di Candido,a quien hacia responsable por lo ocurrido,revólver en mano, salió a recorrer el pueblo en su busca.El constructor puesto de sobreaviso,tuvo tiempo de ocultarse,sin embargo debieron pasar varios días ,antes que Silvagni fuera convencido y desistiera de su actitud,al fin de cuentas el Constructor poco tenia que ver con lo acontecido.Todo terminó de forma feliz y seria el propio Di Candido quien se encargaria de construir el nuevo edificio dedicado a vivienda y taller sobre el mismo terreno,que todavía perdura ,mientras los restos del otro,junto a las cabreadas permanecerian en el patio como testimonio del tornado,mientras tanto lo protagonizado por Silvagni pasaria a engrosar la lista de anecdotas de comentario obligado en los años siguientes.Don Juan Silvagni fue un eximio mecanico,tuvo un taller muy bien equipado en herramientas,entre ellas el primer torno.Fue uno de los primeros en poseer y preparar un Ford T semipreparado con el cual supo animar carreras en Chillar y localidades vecinas.y tambien tuvo tiempo para impulsar entre los niños la realización de carreras con el aro,popular juego de esos tiempos.-
Entre las victimas fatales pueden mencionarse a un carrero apellidado Carlos Barrera,que intento poner a salvo a los caballos y fue aplastado por las paredes del Edificio de la Sociedad Española y la Sra Maria Novoa de Grasa que en un hecho heroico salvo a sus dos hijitos cubriendolos con su cuerpo ,pereciendo al desplomarse el techo sobre su cuerpo.
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