Nuestro mayores solían utilizar al “hombre de la bolsa” como un arma latente que impulsara un mejor comportamiento,cuando éramos chicos,la referencia era a los innumerables“linyeras” que con su mono al hombro solían andar por el pueblo y asentarse en las cercanías de la estación de FFCC,bohemios y trashumantes,contradiciendo todos los mitos,eran muy trabajadores, las cosechas no se hubieran levantado sin su aporte y a su cargo también estaba muchas tareas en las estancias,pero no podían establecerse en un punto fijo,el tren los llamaba y con el recorrían toda la pampa ,”El BEPO” el linyera por excelencia ,nativo de Tandil,fue el mas digno representante de ellos,y termino su deambular y su “oficio de linyera” cuando los ramales de FFCC se fueron cerrando y ya no había trenes que los trasportaran.Pero hubo otro “hombre de la bolsa”,que solía frecuentar Chillar,una vez al mes, llegaba desde Tedin Uriburu,donde poseía campo y según decían varias centenas de ganado vacuno, cercanas al millar, venía a pie por la mañana y regresaba en tren por la tarde, vestido habitualmente de traje azul a rayas blancas finas,camisa y corbata,usaba boina negra y anteojos de cristal sin marco,y calzaba “alpargatas”,en edad, había doblado el codo(superado los cincuenta),”gallego” de origen y siempre con su bolsa de arpillera al hombro, recorría diversos negocios y consignatarios de hacienda,y por la tarde se iba acercando a tomar el tren para el regreso a Tedin,con su bolsa un poco mas voluminosa y no sin antes,lo cual era su marca registrada,comprar treinta centavos de caña,que la hacia colocar en una botella de litro que siempre llevaba consigo.-
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